jueves, 24 de septiembre de 2009

Pautas para el cuidado de una impresora de tinta

Las impresoras de inyección de tinta acompañan, hoy en día, a la mayoría de ordenadores personales de uso doméstico. Su adquisición es asequible para la mayoría de los bolsillos, pero requiere de cierto mantenimiento si se desea prolongar su uso al máximo.

Los problemas más habituales en estos periféricos están relacionados con los cartuchos de tinta. La tinta puede secarse, por desuso durante un tiempo continuado (un mes puede ser ya suficiente); sobre todo en los inyectores, los cuales son conductos muy delgados.

La probabilidad del secado de la tinta depende también de la calidad de la misma; los cartuchos de tinta originales ofrecerán más garantía que los cartuchos genéricos, y estos últimos más que los cartuchos recargados.

El software que acompaña a las distintas máquinas suele incorporar la opción de Limpieza de cabezales. Suele emplearse cuando se observa baja calidad de impresión. Su funcionamiento se basa en la inyección de tinta a mayor presión de la habitual, de modo que el posible atasco desaparezca. Consume bastante tinta, por lo cual no es recomendable abusar de este procedimiento.

Existen distintos tipos de cartuchos, dependiendo del fabricante de la impresora:
  • Cartuchos de tinta con inyectores incorporados. Cada vez que insertamos un cartucho nuevo sustituimos los inyectores. Opción más cara, pero evidentemente más fiable.
  • Inyectores dispuestos en piezas reemplazables dentro de la impresora. El fabricante indica la periodicidad de la sustitución de las mismas.
  • Inyectores y cabezales no reemplazables. En estos casos es necesario realizar el mantenimiento periódico de éstos.
¿Cómo limpiar los cabezales?

Para limpiar los cabezales de una impresora de tinta se necesita:
  • Algodón (uno para limpiar, otro para secar).
  • Alcohol (aplicado sobre la bola o bastoncillo de algodón, nunca directamente).
Limpieza de polvo y grasa

Para alargar la vida de una impresora de inyección de tinta es importante evitar la acumulación de polvo y suciedad en las bandejas de entrada y salida, y sobre todo, en los soportes de los cartuchos y la zona de impresión. A tal fin podemos emplear un pequeño aspirador, algún dispositivo de soplado, o bien un pequeño pincel.
Para eliminar la suciedad o grasa incrustada, es suficiente con el uso de unos trapos de algodón. Uno de ellos se impregnará con un poco de alcohol para eliminar la suciedad, y con el segundo se secará a continuación.

Finalmente, si nos vemos obligados a no utilizar la impresora durante un tiempo, resulta recomendable:
  • Desconectar la máquina de la red eléctrica.
  • Retirar los cartuchos y guardarlos en un recipiente especial, o en una bolsa cerrada herméticamente, almacenándolos en sitio fresco y oscuro.
  • Ubicar la impresora en un emplazamiento fresco, ventilado y alejado de la luz solar directa.
  • Cubrir la máquina con una funda.
Autor y Fuente: www.infocopy.es

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